PRINCIPALES VICTORIAS
- Record de l'heure: 1907, 1913, 1913
MARCEL BERTHET (1887 - 1953)
20.000 espectadores se agolpan el 18 de mayo de 1919 en el velódromo del Parque de los Príncipes de París para recibir a los participantes de la vigesimoquinta edición de la Burdeos-París. Mientras Henri Pélissier atraviesa Francia camino del Parque de los Príncipes, varias pruebas intentan amenizar la espera a los presentes... El plusmarquista de la hora, Oscar Egg, luchará durante diez kilómetros contra Ali Neffati, Lorain y Veillet. Otorgará 166 metros de ventaja al primero, 333 al segundo y 500 al tercero… 25 ciclistas disputarán durante otros diez kilómetros el Prix des Fleurs, una prueba con una clasificación final por puntos que se irán concediendo cada vuelta… Una carrera pedestre de 3000 metros contará con la participación de veinte concurrentes escalonados… Sin embargo es Marcel Berthet quien en mayor medida logra captar la atención de los espectadores… Marcel Berthet, el antiguo poseedor del Récord mundial de la Hora, se sube a su Bicicleta-Torpedo para participar en un duelo de 5 kilómetros contra tres ciclistas y, sin esforzarse demasiado, en mangas de camisa, va alcanzando a Chocque, Latriche y Cousseau, terminando el reto en 6 minutos y 45 segundos. El mundo parece retomar cierta normalidad meses después de finalizar la terrible contienda en la que el 1% de la población mundial había encontrado la muerte.
Nacido en 1887, acostumbrado a la victoria en el campo amateur donde coincide con grandes ciclistas como Cadolle, Pottier o Garrigou, Berthet logra en su último año en la categoría, 1907, batir el Récord del mundo de la Hora que se encontraba en posesión de Petit-Breton. Desde sus inicios como profesional se muestra infalible en las pruebas de persecución en pista. En 1909 Berlín organiza la primera carrera de Seis Días en Europa a imagen y semejanza de los Seis Días de Nueva York, y Berthet decide probar suerte en este novedoso evento en compañía del holandés John Stol, consiguiendo una segunda plaza final que le encumbra al primer rango del escalafón de ciclistas que disputan este tipo de competición.
En 1910, el pionero de la aviación Étienne Bunau-Varilla, hijo del multimillonario ingeniero Philippe Bunau-Varilla, diseña junto a su compañero de servicio militar y también ingeniero Marcel Riffard un prototipo de bicicleta que será pilotado por Marcel Berthet, la llamada Bicicleta-Torpedo, conocida popularmente por su forma como “El huevo de Berthet”. La idea inicial de Bunau-Varilla era proteger al ciclista de la lluvia, pero al unirse con Riffard centraron su atención en desarrollar un carenado aerodinámico adaptando para la bicicleta el fuselaje utilizado en la construcción de aviones.
Mientras Berthet, en 1913, bate dos veces el Récord mundial de la Hora sin liebres en una lucha alternada sin cuartel con Oscar Egg y lo deja en 43 kilómetros y 775 metros, Bunau-Varilla ya ha patentado siete variantes de su invento. En el otoño de 1913, Berthet, con el nuevo ingenio, bate todos los récords ciclistas en pruebas de velocidad: 17,4 segundos en los 250 metros, 1 minuto y 2 segundos en el kilómetro con salida lanzada, 5 minutos y 46 segundos en los 5 kilómetros… Con un desarrollo de 56x14, una rueda trasera de 700 mm y una delantera de 610mm, la bicicleta formaba parte de una estructura cónica de madera recubierta de lona y celuloide en su parte delantera, lo que permitía al ciclista tener una visión adecuada de su entorno a pesar de estar completamente envuelto por el artefacto, con la excepción de sus gemelos y de sus pies. El 24 de diciembre se enfrentó a un tándem formado por Charron y Rousseau, y mejoró su marca en los 5 kilómetros, dejándola en 5 minutos y 39 segundos.
La fama de la Bicicleta-Torpedo traspasa fronteras y empresas como la Maschinenfabrik August Göricke de Bielefeld y la Brennabor-Werke de Brandeburgo imitan su diseño y preparan en Alemania los dos ejemplares que disputarán la primera competición internacional de este género. El 5 de abril de 1914, en Berlín, el germano Arthur Stellbrink, tras caída de su rival Piet Dickentman, establece un nuevo récord de los 5 kilómetros, dejándolo en 5 minutos y 23 segundos. La Unión Ciclista Internacional, fundada y presidida por Emile de Beukelaer, exciclista e hijo del fundador de la empresa fabricante del famoso licor Elixir D’Anvers, F. X. de Beukelaer, decide ese mismo año relegar estos aparatos a una categoría diferente: la de bicicletas con dispositivo reductor de la resistencia del aire. Así, las bicicletas carenadas no podrán tomar parte en competiciones oficiales, y las marcas conseguidas con ellas sólo serán homologadas en dicha categoría.
“Habiendo visto fracasar tantas tentativas, mientras mis intentos siempre eran coronados por el éxito, creo que todavía seguiría poseído por esa obsesión con el Récord de la Hora si los acontecimientos no hubiesen venido a contrariar y transformar mis proyectos, como han transformado tantas existencias y reducido a la nada tantas esperanzas.
Así que aquí estoy, en la misma situación que esos viejos comediantes que han brillado, o más bien dejado de brillar en la carrera teatral, pero que continúan teniendo un propósito y unos proyectos, como si fuesen a empezar una nueva vida.”
Al finalizar la Primera Guerra Mundial, los nuevos modelos se van sucediendo… Berthet conduce un original descapotable en el que pedalea con el torso fuera del carenado, pero su objetivo es alcanzar la mayor velocidad posible, y con ese fin se pone en contacto con el ingeniero Caseli, al que demanda obtener una mayor eficiencia aerodinámica. De esta colaboración nace la Bicicleta-Torpedo modificada de alto rendimiento, con un carenado fabricado íntegramente con madera.
Berthet sigue participando en pruebas de Seis Días… Pierde por 5 centímetros el esprint final de los Seis Días de Bruselas de 1920, formando pareja con Charles Deruyter, pero se toma la revancha un año más tarde, consiguiendo brillantemente la victoria ante renombrados equipos flamencos. Ya veterano, sigue siendo un gran especialista en persecución, y entabla una gran rivalidad en los velódromos italianos con el campionissimo Costante Girardengo, al que vence en numerosas ocasiones.
En 1923 Marcel Berthet se casa con Jeanne Tron, la hija de Jean-François Tron, el famoso fabricante de Sillines Idéale, y cuelga la bicicleta. Berthet se implica en la gestión de la empresa, que se convierte en Sociedad Anónima en 1927 y pasa a llamarse Tron & Berthet S.A. Diez años después, en 1933, con infinidad de contactos en el mundo de la industria y gracias a los medios financieros de los que dispone, Berthet, ante los rumores de una posible vuelta a la competición de su amigo y rival Oscar Egg, vuelve a colaborar con el ya reputadísimo ingeniero aeronáutico Marcel Riffard, con la intención de ser el primer hombre en conseguir recorrer más de 50 kilómetros sobre una bicicleta en una hora.
Construida por la Sociedad de aviones Caudron en colaboración con el ingeniero jefe de la Societé de Duralumin, Gaëtan Py, esta vez el carenado en forma de ala de avión cubrirá íntegramente la bicicleta, con una protuberancia con apertura frontal en la parte superior en la que se alojará la cabeza de Marcel, que accederá al habitáculo a través de una portezuela lateral. La rueda delantera seguirá siendo de un diámetro menor que la trasera, e irá apoyada sobre una horquilla invertida… Sobre dicho artilugio, al que bautizan como Vélodyne, integrado finalmente por una bicicleta Delage de menos de 7 kilos y un carenado de algo más de 8 kilos, compuesto por madera de abeto y tulipero recubierta con un lienzo de algodón barnizado similar al que se utilizaba en los paracaídas, Berthet, a sus 47 años, establece en agosto un nuevo Récord del mundo de la Hora en el Parque de los Príncipes, y lo deja en 48 kilómetros y 600 metros, que no llegó a ser oficializado porque los asistentes habían acompañado a la bicicleta en el demarraje inicial.
Berthet lo vuelve a intentar el 9 de septiembre de 1933, y en mitad de carrera las proyecciones indicaban la posibilidad de alcanzar una cifra cercana a los 52 kilómetros, pero uno de los neumáticos estalla y provoca la caída del ciclista. Finalmente, dos meses más tarde, el 19 de noviembre, comienza su tercera tentativa en el autódromo de Linas-Montlhéry, y con un carenado recortado en su parte trasera, deja el nuevo récord en 49 kilómetros y 992 metros.